A cuatro días de la muerte del adolescente Santiago Benítez (16), quien falleció a causa de un disparo que recibió en la axila izquierda en el momento en que presuntamente intentaba entrar a robar junto a dos cómplices en una vivienda del barrio Villa Poujade de Posadas, ayer el efectivo policial que está acusado de disparar pasó por audiencia indagatoria ante el Juzgado de Instrucción Siete.
Se trata de Justo Horacio Bareiro, quien se desempeña como subjefe del Comando Radioeléctrico Centro de la Unidad Regional I y que durante la mañana de ayer optó por dar su versión de los hechos ante el juez Miguel Mattos, a cargo de la pesquisa.
De acuerdo a los datos aportados por voceros que intervienen en la pesquisa, el uniformado indicó que la madrugada del hecho tuvo que levantarse de inmediato, luego de que sus hijas le avisaran que delincuentes intentaban ingresar a la casa de sus suegros.
Este último inmueble se ubica frente a su domicilio, sobre calle 47 del mencionado barrio capitalino.
El hecho ocurrió el último viernes a la madrugada en Villa Poujade. Foto: V. Paniagua
Y reiteró lo que manifestó durante la primera intervención de los investigadores, una vez conocido el hecho, que al salir a ver qué sucedía en casa de sus familiares tropezó mientras corría al frente de su casa. Y que al hacerlo, su arma reglamentaria se accionó involuntariamente.
Luego añadió que instantes después al recorrer la cuadra se topó con el adolescente sin vida sobre la vereda de la casa de sus vecinos, a unos 100 metros de su vivienda.
Luego de dar su versión de los hechos, el juez Mattos dispuso que el policía continúe detenido y ratificó la imputación provisoria por homicidio que pesa sobre el acusado.
Por otro lado, en el marco de los avances en la investigación, los voceros consultados indicaron que se aguardan los informes periciales de la Gendarmería Nacional. E indicaron que ayer se realizó una nueva inspección en el lugar del hecho.
También se aguarda que se conozcan los resultados de las pruebas de parafina que se realizaron al detenido y que buscan determinar rastros de pólvora en sus manos.
Fuente: El Territorio