Los precios de la carne podrían experimentar un aumento significativo en los próximos días, según los análisis de expertos del mercado de Cañuelas. Se espera que el costo del kilo vivo de hacienda aumente alrededor del 20%, lo que podría reflejarse en los comercios minoristas.
Este aumento se produce en un contexto de retroceso en el consumo de carne, que ha experimentado una caída del 17% en la última década. A pesar de la disminución en las ventas, los precios continúan por encima de la inflación interanual.
La escasez de cabezas de ganado, debido a la falta de apuro de los productores por liquidar y las presiones sobre los precios por parte de la cadena de intermediación, son algunos de los factores que contribuyen al aumento de los precios.
La suba del precio de la carne, que tiene un peso significativo en el índice de precios y en la canasta de alimentos, podría afectar las estrategias de desinflación del Gobierno en el corto plazo.
En algunas regiones como Córdoba, ya se han observado aumentos del 8% al 10% en los precios de la carne en las carnicerías, atribuidos a la escasez de hacienda debido a la sequía del año pasado.
El aumento de la carne en los comercios minoristas podría rondar entre $700 a $1.000 por kilo, lo que representa un desafío para los consumidores y para la economía en general en medio de un contexto de retroceso en el consumo masivo.