Maya Kowalski finalmente obtuvo justicia: un jurado de Florida falló a su favor. Tras años de litigio y aplazamientos, la familia Kowalski recibirá un millonaria compensación económica por daños causados a su hija en el Hospital Johns Hopkins All Children’s.
Tras varios años de espera, finalmente un jurado del Circuito Judicial 12 de Florida, Estados Unidos ubicado en el condado de Sarasota, sentenció al Hospital Johns Hopkins All Children’s en San Petersburgo, Florida, a pagar una indemnización de USD 261 millones de dólares a la familia Kowalski, tras hallarlo culpable de negligencia médica, detención ilegal y otros delitos relacionados con el tratamiento de la pequeña Maya en 2016 y cuya controvertida historia se presentó en el documental de Netflix “Cuiden a Maya” (Take Care of Maya).
Maya Kowalski, que ahora tiene 17 años, fue tratada en este hospital cuando tenía 10 años por un raro síndrome de dolor regional complejo. A su madre, Beata, se le acusó de padecer el trastorno de Munchausen y fue expuesta ante los servicios de protección de menores, llevando a que los padres se les impidiera ver a la menor desde el 7 de octubre de 2016 hasta el 13 de enero de 2017, meses en los que permaneció bajo custodia estatal.
El trastorno de Munchausen es una enfermedad mental y una forma de maltrato infantil en la que el cuidador de un niño, normalmente la madre, inventa síntomas falsos o provoca síntomas reales para dar la impresión de que el niño está enfermo.
Mientras estuvo ingresada en centro médico, Maya recibió órdenes para ser aislada, se restringieron las visitas familiares y fue sometida a vigilancia por video sin el consentimiento de sus padres. Una situación que provocó que la menor experimentara un empeoramiento de sus síntomas físicos y psicológicos: reaparición de sus lesiones, atrofia de sus piernas y regresión.
En enero de 2017, Beata Kowalski pudo ver a Maya por primera vez desde que ingresó al hospital, en una audiencia de la corte de dependencia, pero la menor estaba en peor estado que cuando entró al centro hospitalario y había sido confinada a una silla de ruedas. Menos de 48 horas después, Beata, ante las presiones del Hospital Johns Hopkins All Children’s y la imposibilidad de recuperar la custodia de su hija, se quitó la vida.
El proceso judicial
La tortuosa y larga demanda tuvo su inicio en octubre de 2018 sufriendo varios reveces y aplazamientos. Entre las acusaciones contra el hospital, la familia Kowalski denunció que Maya fue “despojada” hasta quedar en ropa interior para tomar fotos de las lesiones, y que fue “abrazada, besada y sostenida” sin el permiso de sus padres mientras estaba bajo cuidado de funcionarios del All Children’s Hospital.
Según confirmó el diario The News York Times, las acusaciones formalizadas incluían detención ilegal, agresión física, negligencia médica, facturación fraudulenta, reclamación de supervivencia por imposición intencional de angustia emocional, reclamación de muerte por negligencia por imposición intencional de angustia emocional (como habría ocurrido con Beata Kowalski ) y reclamación de Maya por angustia emocional.
En las declaraciones finales del juicio que se desarrolló durante casi dos meses, la familia Kowalski alegó que el funcionamiento de Johns Hopkins All Children’s Hospital, en combinación con el poder estatal, los dejó indefensos. La familia también acusó a la institución de haber facturado a su compañía de seguros miles de dólares por tratamientos de SDRC (Síndrome de Dolor Regional Complejo) que su hija Maya no necesitaba.
Greg Anderson, representante de la familia, condenó la práctica “disfuncional” del hospital y afirmó que, en lugar de proteger a los pacientes y empleados, este castiga como represalia a quienes cuestionan su modelo de atención médica, publicó el Daily Mail.
Por su parte, Jennifer Anderson, abogada de los Kowalski, citó que los padres de Maya simplemente seguían las órdenes médicas de un doctor que había tratado con anterioridad el síndrome de dolor de la niña. Según la demanda, Beata Kowalski sufrió una “reacción de estrés agudo y reacción de duelo” tras ser acusada de abusar de su hija y que le fuera retirada la custodia de la misma.
“Las acciones de los demandados y sus agentes condujeron a ambos padres, pero especialmente a Beata, ya que también fue acusada de abusar de su amada hija, inexorablemente hacia el más extremo de los comportamientos humanos”, rezaba la demanda publicada por el diario británico Daily Mail.
Tras la decisión del jurado, Anderson la calificó como una “reivindicación para la familia y lo que pasaron”. Agregó también que desde el punto de vista de los Kowalski, se trata de decisiones parentales en el tratamiento de sus hijos y el derecho de los padres a tomar la decisión final.
Las compensaciones otorgadas incluyen USD 211 millones de dólares por daños compensatorios y USD 50 millones de dólares por daños punitivos. Además de Maya, Jack Kowalski también representó a su difunta esposa en el caso, confirmó The New York Times.
En una publicación de su historia en Instagram, Maya subió una foto sonriendo en el tribunal el jueves 9 de noviembre de 2023 después de romper a llorar tras el polémico y seguido juicio que resultó a su favor. “Nos sentimos tan bendecidos. Siempre estaré agradecida”, escribió en la red social.
Howard Hunter, abogado del Hopkins All Children’s, declaró que el hospital apelará la decisión, ya que siguió su protocolo en casos de sospecha de abuso infantil. Mientras tanto, Ethen Shapiro, un segundo abogado que representa al hospital, recalcó que solo estaban cumpliendo las órdenes estatales en cuestión de restringir las visitas. Infobae