A pesar de la meta de devaluación del 2% mensual establecida por el Gobierno, el mercado anticipa un aumento del tipo de cambio que podría afectar la desinflación planeada por el ministro de Economía, Luis Caputo. El último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) muestra que la inflación alcanzó el 25,5% en diciembre y se espera una cifra similar en enero, lo que lleva a los analistas a prever un dólar mayorista promedio de $820 en enero y un aumento del 6% en febrero ($870). Estas proyecciones indican que el Banco Central podría acelerar el ritmo de devaluación en los próximos meses, a pesar del objetivo inicial.
Aunque Caputo implementó un crawling peg del 2% mensual, el mercado no confía en estas pautas. El dólar futuro se negocia a tasas más altas, con expectativas de devaluación implícitas de 5,6% en febrero, 10,8% en marzo y 11,8% en abril. Los analistas sugieren que la inflación elevada podría hacer que el tipo de cambio quede rezagado, lo que dependerá del ritmo de disminución de la inflación y las políticas gubernamentales.
Los expertos advierten que si el tipo de cambio no se ajusta adecuadamente, podría comprometer el proceso desinflacionario y generar problemas económicos más graves. También se destaca la preocupación sobre la acumulación de reservas internacionales, la liquidación de divisas del sector exportador y la brecha cambiaria. La nueva normativa que facilita el acceso al mercado de divisas para importadores podría afectar la capacidad del Banco Central para mantener su ritmo de compras de dólares.