La economía argentina vislumbra un panorama alentador en términos comerciales, con estimaciones que sugieren un superávit comercial histórico que superaría los US$ 15.000 millones para el presente año. Este pronóstico optimista surge de análisis realizados por diversas consultoras, las cuales destacan la recuperación de las exportaciones agropecuarias tras la difícil situación vivida en 2023 debido a la sequía que afectó la producción.
De acuerdo con las proyecciones de las consultoras privadas, este superávit permitirá al Gobierno cumplir con amplitud la meta de acumulación de reservas de US$ 10.000 millones establecida en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El repunte en las exportaciones del sector agropecuario, motor fundamental de esta tendencia positiva, se espera que compense la reducción en las importaciones, resultado principalmente de la disminución de la actividad económica proyectada para 2024.
Según la consultora LCG, se espera que la balanza comercial arroje un saldo favorable de US$ 18.000 millones, impulsado por un aumento interanual del 27% en las exportaciones, alcanzando los US$ 84.000 millones, y una disminución del 10% en las importaciones, situadas en US$ 66.000 millones.
Por su parte, el economista Marcelo Elizondo anticipa que Argentina alcanzará un superávit comercial nominal histórico de US$ 16.670 millones en 2024, con exportaciones proyectadas en US$ 83.610 millones.
La consultora Abeceb estima un superávit comercial que podría rondar los US$ 15.000 millones, destacando el incremento significativo en las cantidades exportadas en varios rubros, especialmente en agroindustria, combustibles y energía.
A pesar de una esperada recuperación en las importaciones a medida que la economía se recupere, se prevé que no afectará significativamente el resultado de superávit comercial debido al «sinceramiento de precios relativos y la debilidad de la demanda interna», según Abeceb.
El saldo positivo en la balanza comercial, evidenciado en enero con un superávit de US$ 797 millones, sugiere un auspicioso comienzo de año. Los analistas anticipan que esta tendencia se mantendrá durante el resto del año, especialmente en el primer semestre, en el que se espera una dinámica dominada por el superávit comercial.