El juez de Instrucción de Puerto Rico, Leonardo Manuel Balanda Gómez, dio por concluida la etapa investigativa de un hecho caratulado como “lesiones graves” y firmó esta semana la elevación a juicio tras el visto bueno de las partes, la defensa del imputado y el fiscal Héctor Simon. El imputado es Jorge Grondona de 45 años quien durante una pelea supuestamente hirió con un cuchillo carnicero en las manos a un amigo que por el hecho perdió la movilidad completa en una de ellas.
El 18 de diciembre quedará marcado a fuego para los argentinos y sobre todo para los amantes del fútbol debido a la consagración de la Selección en Qatar. Pero también, ese día será difícil de olvidar para un hombre de 44 años quien debido a una lesión en la mano izquierda perdió toda movilidad. Es que una “gastada” con un amigo o conocido del fútbol por poco termina en tragedia.
El imputado tiene 45 años, quien compartía bebidas en una gomería situada en el casco urbano de Puerto Piray a modo de festejo por la gloria conseguida por Messi y compañía. Un tercero llega al lugar y como se conocían del fútbol barrial pensó que podía sumarse a la reunión.
Un comentario o una cargada desafortunada iniciaba una secuencia de violencia extrema. “Rajá de acá vos bostero” fue la frase que derivó en que este tercero en cuestión le aplicara a Grondona un cachetazo (según él a modo de chiste) y generara una reacción aún más violenta. “A mí ni mi vieja me toca la cara”, fueron las palabras previas a desenfundar un cuchillo grande tipo carnicero con el cual el imputado intentó apuñalar al menos dos veces a su rival de momento.
En la investigación y las pericias se desprendió que la víctima intentó cubrirse de las estocadas y sufrió cortes en ambas manos, en la izquierda los tendones de cuatro dedos que hoy en día le han dejado sin movilidad por completo pese a las cirugías posteriores.
El herido en aquel entonces fue asistido por el otro amigo que no participó de la pelea y luego por paramédicos de una ambulancia que acudió al llamado al sistema 911. Ya en el hospital de Puerto Rico, le hicieron las curaciones necesarias, pero le advirtieron que la recuperación sería larga y que no estaba garantizado que volviera a mover la mano izquierda como antes.
El supuesto autor se fue del lugar de inmediato y a los pocos minutos se presentó en la comisaría de Puerto Piray y reconoció que había agredido a “un compinche del fútbol” como resaltaron las autoridades en su momento. Lo curioso es que durante el proceso de instrucción, cuando la víctima fue citada a declarar, aseguró que eran amigos y que verdaderamente no entendió porque ocurrió todo.
El miércoles último, el juez Balanda Gómez firmó la elevación a juicio que recaerá en principio en el Juzgado Correccional y de Menores de Puerto Rico por tratarse de una causa con una condena máxima de seis años de prisión en caso de hallarse culpable al acusado.
Las mismas fuentes en contacto con este Diario señalaron que antes del debate se podrían pedir estudios complementarios a la lesión sufrida por la víctima y en caso de que quede confirmado que el daño es irreversible, la carátula o acusación podría cambiar a “lesiones gravísimas” que de acuerdo al código penal argentino contempla una pena mayor a la antes mencionada y el juicio pasaría al Tribunal Penal de Eldorado.
Fuente: Primera Edición