En los últimos días, ha surgido un inquietante incidente en línea que ha resucitado un antiguo problema de seguridad: la filtración de datos personales. Más de 116 mil fotos de ciudadanos argentinos, junto con sus números de DNI o pasaporte, fueron nuevamente publicadas en un foro de compra-venta de información y en la plataforma de mensajería Telegram. Estas imágenes fueron originalmente sustraídas al Registro Nacional de las Personas (Renaper) en 2021. Según fuentes del Ministerio del Interior, no se trató de una nueva brecha de seguridad, sino de una redistribución de las mismas fotos que ya habían sido obtenidas anteriormente.
La historia de este incidente se remonta al año pasado, cuando un usuario con acceso autorizado del Ministerio de Salud obtuvo indebidamente estas imágenes durante el apogeo de la pandemia de COVID-19. Este individuo utilizó la información de manera indebida, desencadenando una serie de consecuencias legales y de seguridad. Desde entonces, se ha desatado una causa penal para investigar el suceso, actualmente bajo la jurisdicción del Juzgado en lo Criminal y Correccional Federal N° 11.
A raíz de este incidente, se han implementado medidas adicionales de seguridad para proteger la privacidad de los ciudadanos. Se han cambiado los protocolos de acceso a la base de datos del Renaper, y ahora se utiliza un sistema de verificación que limita el intercambio de datos personales. Además, se ha afirmado que el sistema de identidad digital es invulnerable a ataques externos.
Sin embargo, la divulgación de esta información delicada, que incluye fotos y datos de menores de edad, plantea preocupaciones sobre la seguridad y la privacidad de los ciudadanos argentinos. A pesar de los esfuerzos por salvaguardar la integridad de los datos, este incidente subraya la importancia de mantener una vigilancia constante sobre la seguridad cibernética y la protección de la información personal en un mundo cada vez más digitalizado.