El futuro secretario de Vivienda, Ricardo Inti Alpert, declaró hoy que ya no se edificarán más viviendas con financiamiento estatal. Destacó la importancia de reducir la inflación para destinar el ahorro hacia el impulso del crédito y aseguró que se podrían ejecutar hasta «tres millones de obras públicas sin gasto estatal». Alpert, especialista en hábitat y desarrollo urbano, bajo la administración del presidente electo, Javier Milei, compartió estas ideas en una entrevista matutina con Urbana Play y Radio con Vos.
El enfoque de la política habitacional será bajar la inflación y aumentar la actividad, mediante la construcción privada de un millón de viviendas en diferentes localidades, dotando de servicios e infraestructura a un millón de familias en barrios populares. El objetivo es «transformar el ahorro existente, que actualmente está retenido por el Banco Central, en crédito para tres millones de familias». Este financiamiento, ofrecido por bancos tras «desmantelar la bomba de las Leliq» y otorgar garantías legales, se destinará a obras privadas para particulares.
Alpert enfatizó en que la actual problemática de inflación y estancamiento afecta a millones de personas que pagan alquileres exorbitantes y propuso que, si estas personas cuentan con un adelanto y un crédito accesible, podrían construir viviendas de calidad. Además, subrayó que el ahorro necesario ya está disponible, por ejemplo, en la Anses o compañías de seguros, pero carece de un medio eficiente para ser utilizado.
«En nuestro primer año, invitaremos a médicos, docentes, conductores de transporte público, bomberos, policías, trabajadores de la salud, programadores y a todos aquellos que deseen adquirir, construir o expandir su vivienda y no tengan acceso a crédito; les brindaremos la oportunidad de registrarse y hacerlo», resaltó Inti Alpert.
El enfoque principal no será la creación de créditos para mantener una burbuja de precios inmobiliarios, sino facilitar la construcción, por ejemplo, de departamentos sobre casas existentes en zonas como Morón. La urbanización de barrios estará a cargo de asociaciones de vecinos y cooperativas, marcando así «el fin de la obra pública y el comienzo de la obra privada».
Alpert destacó que buscan reemplazar la realización de obras por el Estado convocando a interesados para proyectos como la transformación de la ruta 7 en una autopista. Enfatizó en la creencia de la capacidad organizativa de las personas a través de entidades sin fines de lucro, empresas, cooperativas y asociaciones civiles para llevar a cabo acciones sostenibles.
En cuanto a la Ley de Alquileres, Alpert respaldó la idea de derogarla, impulsada por Milei. Argumentó que la actual reglamentación «no ha funcionado» y «no beneficia a nadie, ni a propietarios ni a inquilinos». Expresó que hay 200 razones para sostener la derogación de esta ley y trabajar en reformar el Código Civil en algunos de sus artículos, que considera una alternativa más viable.