Poco menos de tres meses después de una incautación superior a los 5.000 kilogramos de marihuana en un camión abandonado en la localidad de San Ignacio, ayer a la mañana dos presuntos narcotraficantes fueron detenidos en pleno transporte de otras tres toneladas de la misma sustancia entre tirantes de madera y en la misma localidad.
El operativo fue desplegado por efectivos del Escuadrón XI de Gendarmería Nacional Argentina (GNA) que patrullaban la ruta nacional 12. De acuerdo al informe oficial, en determinado momento observaron el tránsito por un camino lateral terrado de un camión con dominio brasileño, lo que llamó la atención y decidieron vigilarlo.
La espera fue larga aunque tuvo sus frutos varias horas después porque el transporte pesado se asomó nuevamente con intenciones retomar la marcha sobre asfalto. Lo interceptaron y del control realizado notaron que su carga estaba precintada pero el número de éstos no era coincidente con el obrante en el manifiesto de Aduanas e incluso uno de ellos estaba cortado.
Ante la sospecha de ilícito y con asistencia de un can antinarcóticos, los gendarmes procedieron a inspeccionar el interior del mismo y el perro reaccionó como comúnmente lo hace frente a la presencia de estupefacientes. Marcó un espacio producido entre la carga.
La Fiscalía Federal de Oberá, con toda la información a su disposición, dispuso que, bajo la mirada de testigos hábiles, se remueva la lona que cubría la carga. Se hallaron 128 bultos envueltos en bolsas de consorcio con paquetes rectangulares en su interior que totalizaron tres toneladas.
El magistrado dispuso la detención de los ocupantes del camión y el secuestro del estupefaciente, además de los 4.500 mil reales que tenían.
Como si esto fuera poco, fuentes consultadas indicaron que al cierre de esta edición uniformados del mismo Escuadrón de GNA realizaban otra incautación de droga en la zona.
Es que, según lo señalado, en medio de los rastrillajes iniciados tras el secuestro del camión con tres toneladas, los efectivos dieron con otra carga de estupefacientes abandonada en pleno monte. El conteo estaba plena marcha anoche, pero lo incautado llegaría a una tonelada.