Imputaron al sospechoso de matar al sereno municipal de San Javier. El hombre de 44 años y también empleado del Municipio, se abstuvo de declarar y fue acusado formalmente de “homicidio simple”. En su vivienda habían secuestrado ropas con sangre.
Las pruebas iniciales recabadas por la justicia lo señalan como el principal sospechoso de haber asesinado a cuchilladas a Jorge Octavio Chamorro (52), sereno de la Municipalidad de San Javier. El martes fue trasladado para ser indagado por el hecho y optó por no declarar.
El acusado tiene 44 años y también es empleado del Municipio. Tras designar abogado se negó a contestar preguntas y fue imputado por el delito de “homicidio simple”. Sigue detenido mientras el Juzgado de Instrucción 5 a cargo de la magistrada Selva Raquel Zuetta y la fiscalía representada por María Gisela Casafus de Castro, aguardan el resultado de varias medidas ordenadas.
En principio cabía la posibilidad que se le imputara también el delito de “robo en grado de tentativa”, puesto que todo indicaba que ingresó al predio con esa intención. Más allá de esta imputación inicial no se descarta que pueda tener una modificación a medida que avanza la pesquisa.
El pasado viernes 5 a las 5.30, fue cuando un empleado llegó al predio municipal de calle Sarmiento y Roque González, y observó a Chamorro en el suelo. En principio pensó que se podía haber desvanecido pero cuando se acercó se dio cuenta que estaba muerto. Llamó a la policía y comenzaron las actuaciones para determinar la causa de muerte del sereno. Primeramente la investigación se caratuló como “muerte dudosa” pero tras el resultado de la autopsia se confirmó que Chamorro tenía dos cortes en el cuello realizado con un elemento filoso que le provocó un shock hipovolémico.
El hombre vivía en el barrio Santa Rita y si bien era oriundo de Buenos Aires, hacía varios años que estaba radicado en San Javier.
Una de las primera medidas que tomaron los investigadores fue recabar la información que podían haber registrado las cámaras de seguridad instaladas en el predio.
En este contexto se confió que observaron a un hombre que ingresaba y luego abandonaba el lugar. Llevaba puesta una gorra que tenía como marca una H.
Las averiguaciones llevaron a los efectivos a realizar allanamientos en el Centro Integrador Comunitario, donde trabajaba el principal sospechoso, y en su domicilio del barrio 98 Viviendas.
Secuestraron prendas que tenían manchas color escarlata que podrían ser de sangre. Además una motocicleta y un machete que estaba bajo el asiento, un cuchillo de 21 centímetros que se cree podría ser el arma homicida. También una gorra similar a la que se observó en el video.
Por el momento la hipótesis principal que maneja la justicia es que la persona que cometió el asesinato ingresó al lugar con la intención de robo, puesto que hallaron dos armarios que estaban forzados pero no alcanzaron a ser abiertos. Al ser reconocidos por el sereno, lo atacaron para que no pueda revelar su identidad.