Desde la entrada en vigor de la Resolución 115/2024, publicada en el Boletín Oficial, todas las provincias argentinas están obligadas a vacunar a sus equinos contra las dos variantes de la encefalomielitis equina (del Este y del Oeste), según informó el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) el miércoles.
La normativa establece que todos los equinos con al menos dos meses de vida deben recibir al menos una dosis de la vacuna contra la encefalomielitis equina. Aquellos que no hayan recibido la primera dosis deben hacerlo en un plazo de diez días.
Cada equino en Argentina debe contar con un certificado de vacunación, emitido por un veterinario matriculado o un ente sanitario registrado en el Senasa, con detalles que identifiquen al animal y la vacuna aplicada.
En cuanto a los plazos, los primovacunados deben recibir un refuerzo según la prescripción del laboratorio elaborador. Una vez completado el esquema de primovacunación y refuerzo, la revacunación debe realizarse anualmente.
El Senasa justificó la medida como una forma de prevenir los efectos negativos del virus, proteger el bienestar animal y reducir las pérdidas productivas en el sector equino.