El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) ha confirmado un brote de rabia paresiante en un establecimiento ganadero ubicado en el paraje Nueva Esperanza, sobre la ruta 14, abarcando partes de los departamentos General Belgrano y San Pedro. Este brote ha llevado a la implementación de medidas urgentes para controlar la propagación de la enfermedad.
El veterinario Gabriel Russo, jefe del Programa de Rabia del Senasa en el Centro Regional Corrientes-Misiones, explicó que la vigilancia epidemiológica detectó un diagnóstico positivo de rabia en uno de los animales del establecimiento, lo que desencadenó el inicio de un proceso de inmunización. «Previamente, en el establecimiento ya había sospechas debido a la muerte de alrededor de una docena de animales entre caballos y bovinos», comentó Russo.
En respuesta, el Senasa ha decretado la vacunación obligatoria de la totalidad del ganado bovino, porcino, equino y de rumiantes menores en un radio de 10 kilómetros alrededor del foco inicial, abarcando aproximadamente 11 mil cabezas de ganado. Esta medida incluye 3 mil cabezas pertenecientes a pequeños productores con menos de 50 animales. El Ministerio del Agro también ha intervenido proporcionando dosis adicionales para crear una barrera sanitaria efectiva.
La campaña de vacunación, que se ha extendido durante una semana y media, está ya muy avanzada. Paralelamente, se mantiene la vigilancia epidemiológica y se ha establecido una prohibición temporal de faena, venta y consumo de carne hasta que se complete el período obligatorio de revacunación, programado para los próximos 20 días.
Russo destacó la naturaleza cíclica de la rabia paralítica, causada por el virus rábico y transmitida por el murciélago común (Desmodus rotundus), que afecta principalmente a bovinos y equinos, aunque también puede impactar a animales domésticos y silvestres, así como a personas. Debido a esto, se ha instruido a los productores sobre la importancia de mantener la barrera sanitaria.
Además, se ha alertado a las autoridades de Paraguay y Brasil, países limítrofes con los que se mantiene una colaboración constante, sobre la situación. «La enfermedad puede persistir hasta 18 meses, por lo que se recomienda una tercera dosis de la vacuna en un año. Aunque la vacunación no elimina la enfermedad de la población de vampiros, protege al ganado inmunizado», concluyó Russo.