En el Reino Unido, se está produciendo una creciente controversia en torno a las Islas Chagos, un territorio británico de ultramar en el océano Índico. Se ha advertido que la posible transferencia de estas islas a Mauricio, un aliado de China, podría amenazar la seguridad nacional británica y plantear cuestionamientos sobre la soberanía de las Islas Malvinas.
Recientemente, un informe del think tank Policy Exchange subrayó los riesgos de ceder las Islas Chagos a Mauricio. El ex primer ministro Boris Johnson acusó a su propio Gobierno de estar dispuesto a cometer un «error colosal» al traspasar la propiedad de Chagos a Mauricio.
Las Islas Chagos son de gran importancia estratégica debido a su ubicación y albergan una base aérea y logística estadounidense crucial, como se ha demostrado en conflictos pasados. La entrega de Chagos a Mauricio, que está a más de 1,300 millas de distancia, genera preocupaciones sobre la influencia china, ya que Mauricio es un aliado de China.
Las implicaciones van más allá de Chagos, ya que se plantea que esto podría poner en peligro otros territorios británicos de ultramar, como las Islas Malvinas. El tribunal internacional de justicia ha dictaminado que el Reino Unido debe ceder el control de Chagos, pero este informe y las advertencias de figuras políticas y militares destacadas instan al Gobierno británico a reconsiderar esta decisión. La controversia resalta la delicada situación geopolítica y de seguridad en la región.