La segunda vuelta electoral presidencial generó un fuerte impacto en los precios, marcando una escalada récord en los días posteriores al balotaje. Las consultoras especializadas detectaron un acelerado ritmo inflacionario, incluso por encima de los niveles registrados tras la devaluación de agosto. La inflación mensual habría retornado a los dos dígitos, superando el 8,3% alcanzado en octubre.
LCG y PxQ, entre otras consultoras, reportaron un aumento semanal de precios que ya se aproxima al 10% en las últimas semanas. Los alimentos se destacan entre los rubros más afectados, con incrementos que alcanzan el 10% en promedio y una aceleración de 2,7 puntos porcentuales en la tercera semana.
Por su parte, el Centro de Estudios Scalabrini Ortiz (CESO) concluyó que los precios tuvieron un incremento promedio del 9,2% en la última semana, siendo el índice más alto desde el inicio de sus relevamientos. El informe destacó subas en productos de limpieza y alimentos secos.
La situación se agrava con la frecuencia de remarcaciones: alrededor del 38% de los productos aumentaron semanalmente, sugiriendo que toda la canasta podría ajustarse dos veces al mes.
El impacto se observa en rubros clave como alimentos listos para llevar, productos lácteos, bebidas e infusiones, y productos de panificación y cereales, que registran alzas de hasta 9,5%. La preocupación también se enfoca en la dinámica de precios en sectores como cortes traseros de carne vacuna fresca, pan fresco, gaseosas, verduras congeladas, quesos untables y salsas, que han mostrado incrementos considerables en días puntuales.
La inflación mensual podría alcanzar niveles alarmantes, según estimaciones de CESO, marcando un 16,3% entre octubre y noviembre, lo que significaría el índice más alto del año si se considera el relevamiento oficial del Indec. Este escenario pone de relieve el desafío económico inmediato para el nuevo gobierno, ya que la inflación anual ha escalado a niveles históricos en las últimas tres décadas, ubicándose en 142,7%.