“Los hogares más pobres se ven obligados a reducir la comida en su plato”. El sacerdote y vicepresidente de Cáritas de la Diócesis Posadas, Alberto Barros, clamó por dirigentes que pongan en primer lugar las “necesidades de la gente”.
“Me parece terrible que en el país de los alimentos haya gente que tenga que priorizar qué víveres poner en su plato, porque no le alcanza la plata para todo”. En estos términos analizó el sacerdote Alberto Barros los datos de la pobreza divulgados por el INDEC.
A días de conocerse las cifras que en el NEA son más que alarmantes, Barros clamó por una clase dirigencial en Argentina que “ponga en primer lugar a la gente”.
Su pedido no es para menos, ya que la incidencia de pobreza estructural que se demostró en la región a la que pertenece Misiones fue de un 43,6%.
“Desgraciadamente, no es una sorpresa lo que dio a conocer el organismo. Es lo que todos vemos y palpamos a diario: una pobreza creciente que no frena y que va aumentando permanentemente de la mano de la inflamación, que golpea cada vez más y particularmente a los más pobres . Una vez más tenemos que llorar estos datos absolutamente entristecedores en nuestro país y sobre todo en nuestra región, que resulta ser también la más pobre del Argentina”, lamentó durante la entrevista.
Y destacó: “Uno podría decir que inclusive los datos que ha publicado el INDEC son viejos porque corresponden al segundo semestre del año pasado, así que estamos hablando del 2022. Hoy con esta inflación cada vez mayor, lógicamente el número de pobres es más grande ”.
En ese sentido, el INDEC exhibió que desde el segundo semestre del año pasado casi el 40% es pobre y, en el dramático desglose al respecto, es que la mayoría de los menores de 14 años (60%) se encuentran en esa condición.
“Hace no mucho el papa Francisco habló ya con datos más realistas respecto de que más de la mitad de los argentinos se encontraron en situación de pobreza, lo cual es muy doloroso. Hablar de pobreza es hablar de vidas lastimadas, con dificultades en el acceso a alimento, salud, educación, vivienda… todo lo que hace posible que la vida de un ser humano sea decente. Estamos hablando de la dignidad lastimada de más de la mitad de los argentinos”, dijo.
«Horrible»
Según el sacerdote, quien tiene su cargo una fuerte tarea de atención en los barrios de mayor pobreza en la ciudad Capital, “desgraciadamente más que números, son personas; hermanos y hermanas nuestros que están muy mal”.
Para Barros no deja de ser “insólito”, en el peor de los sentidos, que “existan miles de familias argentinas que tienen un empleo formal y, sin embargo, son pobres y tampoco les alcanza”.
Consultado sobre la obligación que tienen algunas de ellas acerca de priorizar respecto de los gastos de los gastos diarios, Barros enfatizó que “ las personas más pobres, dentro de lo que es pobreza estructural, ponen la prioridad en el alimento que es lo más urgente para cualquier familia” , dijo.
Y añadió: “Desgraciadamente el alimento en general es una de las cosas que más se encarecen en la canasta básica familiar; y, con mucho dolor, uno va escuchando que hay familias que tienen que reducir la cantidad y la calidad de los mismos”.
“Es terrible que en el país de los alimentos haya gente que tenga que dejar de consumirlos y rebajar la calidad también; lo cual trae consecuencias mucho más graves, porque eso implica problemas de salud y de crecimiento para los más chiquitos. No es lo mismo ir alimentando a un chiquito con una tacita de cocido y un pedacito de pan, a que pueda tomar leche o tener una alimentación mucho más sana y de calidad al empezar el día”.
“El cuadro es muy dramático. Creo que el alimento es hoy por hoy la urgencia principal y el principal reclamo que tenemos de las Cáritas de las parroquias más pobres de la diócesis, que no dan abasto para suplir los pedidos de alimentos que nos hacen”, graficó el religioso .
Vestimenta, otra urgencia
Al referirse a otra fuerte necesidad entre la población en mayor situación de pobreza, Alberto Barros dijo que la segunda cosa que más se requiere es la vestimenta.
“Esa es otra urgencia que hay, sobre todo el calzado. Una zapatilla, un zapato hoy en Argentina es una especie de tesoro; cuando hace décadas era normal acceder con facilidad a un par. Hoy es una epopeya calzar a los chicos y, obviamente, la gente busca lo más barato; que a veces no es lo más duradero, pero se rebuscan como pueden” , marcó.
“Sorprende la incapacidad de la Política de sentarse a pensar en un país en serio, con crecimiento en todos los alrededores”, finalizó.