En la madrugada de este lunes, Paraguay se despertó con la noticia de la muerte del diputado Eulalio “Lalo” Gomes, miembro del Partido Colorado, durante un enfrentamiento con la Policía Nacional en su residencia en Pedro Juan Caballero.
El legislador, de 67 años, estaba siendo investigado por supuestos vínculos con el narcotráfico en el marco del operativo «Pavo Real II», liderado por la Unidad Especial de Inteligencia Sensible Antinarcóticos y la Fuerza de Operaciones Policiales Especiales.
El episodio ocurrió alrededor de las 3:00 a.m., cuando los agentes irrumpieron en el domicilio del diputado. Según fuentes policiales, Gomes opuso resistencia y se desató un intercambio de disparos que lo dejó gravemente herido. A pesar de ser trasladado de urgencia para recibir atención médica, el legislador no sobrevivió a las heridas. El informe preliminar del forense detalló que Gomes recibió dos disparos: uno en la mandíbula, con salida por la espalda, y otro en el pecho, causándole un shock hipovolémico que resultó fatal.
Mientras tanto, su hijo Alexandre Gomes, también implicado en la investigación, logró huir tras un enfrentamiento con la Policía, pero se entregó horas después en la Dirección de Policía de Amambay. Este segundo incidente no dejó víctimas.
La noticia sacudió a la comunidad local, especialmente cuando la esposa del diputado, en una llamada telefónica con el gobernador de Amambay, Juan Acosta, expresó su indignación al afirmar: «La Policía mató a mi marido». Acosta explicó en una entrevista radial que se enteró del suceso a las 05:00 a.m., señalando que, según el relato de la esposa de Gomes, todo ocurrió de manera muy rápida, impidiendo cualquier reacción por parte del diputado.
El Ministerio Público había imputado tanto a Eulalio Gomes como a su hijo por presunto lavado de dinero proveniente del narcotráfico y asociación criminal. En la misma causa, otras tres personas fueron imputadas: Luis María Zubizarreta, John Gerald Mathías y el ciudadano brasileño Óscar Daniel Cabrera.
Gomes ya había sido mencionado en investigaciones anteriores relacionadas con el crimen organizado. Un informe de abril de este año, publicado por un medio brasileño, lo acusaba de haber ayudado a un miembro del grupo criminal Comando Vermelho a escapar de la policía paraguaya. Además, otros reportes lo vinculaban con destacados narcotraficantes como Luis Carlos da Rocha, alias “Cabeza Branca”, y Antonio Da Motta.
A pesar de las graves acusaciones, el diputado siempre negó cualquier relación con el narcotráfico. Sin embargo, su participación en el operativo «Pavo Real II» y su posterior muerte han levantado nuevas sospechas sobre sus actividades, dejando un manto de incertidumbre en una región ya marcada por la violencia y el crimen organizado.