Las proyecciones para la inflación en Argentina en enero indican que continuará en niveles elevados, superando el 20%, según diversas consultoras privadas. A pesar de una posible moderación en los precios de alimentos, otros rubros experimentarán aumentos que contribuirán a mantener la presión inflacionaria.
Durante la primera semana de enero, los relevamientos de diferentes fuentes destacan incrementos significativos. Según Equilibra, la inflación fue del 7% respecto a la última semana de diciembre y del 30% en comparación con la primera semana de diciembre. El IPC-OJF (GBA) señala un aumento del 5,3% en la primera semana del año. FIEL reporta un incremento del 6,6% en la Ciudad de Buenos Aires, con un aumento acumulado del 29,4% desde la primera semana de diciembre.
Manuel Cerdan, economista de Invecq, prevé que la inflación de enero se mantendrá en línea con la de diciembre, alrededor del 25% mensual. Destaca el arrastre significativo de diciembre, con aumentos ya programados en servicios como prepagas, transporte, telefonía y combustibles.
En cuanto a alimentos, se espera que la tasa de aumento sea menor en enero, con un crecimiento más moderado en comparación con diciembre. A pesar de la desaceleración, los precios de los alimentos continúan siendo un factor inflacionario importante.
La suba de combustibles y la brecha cambiaria son señaladas como factores adicionales que pueden incidir en la inflación de enero. Se espera que la inflación se sitúe alrededor del 20%, aunque algunos expertos mencionan la posibilidad de que sea un poco más alta.
Aldo Abram plantea una perspectiva diferente, sugiriendo que la inflación de enero podría estar por debajo de la de diciembre. Destaca el cambio en la dinámica inflacionaria con la desactivación del financiamiento del BCRA al Tesoro mediante emisión. No obstante, advierte que la incertidumbre sobre el cambio de rumbo del Gobierno podría afectar la demanda de pesos y generar presiones inflacionarias.