Más comensales, mayor inflación y menos presupuesto, ese es el panorama con el cual debe lidiar la Secretaría de Asuntos Estudiantiles. La crisis golpea de lleno.
Aunque el presupuesto para la Universidad Nacional de Misiones (UNaM) obtuvo un incremento del orden del 23,1% con relación al ejercicio del año pasado, no pudo ganarle a la inflación acumulada que ya sobrepasa el 47%. Por ese motivo existe una fuerte incertidumbre sobre el servicio a partir del segundo cuatrimestre.
Ocurre que, además, este año se incrementó el número de becarios en un 25% a nivel general, en todos los comedores de la UNaM se cocinan 4.400 porciones de las cuales, el 70% es para brindar el almuerzo.
En 2018, por cada estudiante, en el comedor del centro se destinaban 32 pesos, y en el comedor del Campus la cifra era de 42 pesos. Se estima que este año ese costo por bandeja ya se incrementó 50%.
Para colmo, a la fecha, la Nación todavía no abonó los fondos para gastos de funcionamiento y la deuda nuevamente arrastra más de tres meses.
“Esto es lo que hace dificultar la situación, porque nos sentamos a hacer los números en cuanto a la suba en los costos de los insumos para cocinar y el costo por bandeja se incrementó de un 25% a un 30% con relación al año pasado”, señaló el secretario general de Asuntos Estudiantiles, Ronald Rojas al enumerar algunos aspectos económicos y sociales que, si bien no se piensa en restringirlo, está obligando a recalcular fondos.
Indicó Rojas: “Los estudiantes sienten preocupación, en principio al ver la gran cantidad de chicos que antes no iban a pedir la beca y ahora sí, las colas del comedor se hacen muchísimo más largas y la parte administrativa para acceder a la beca de por sí también se complejiza”.
“Hay menos plata que llega a la Universidad, un mayor incremento en los precios de los insumos para preparar la comida a causa de la inflación y esa es la complicación que estamos teniendo cada día y que cada vez muestra un abismo más grande”, se apesadumbró.
De hecho, el jueves de la semana pasada, los alumnos que se movilizaron junto a docentes y no docentes de la universidad, en la marcha nacional convocada por los distintos gremios docentes y estudiantiles, lo hicieron invocando la defensa del presupuesto para el comedor.
Si bien la UNaM ya ha tomado los recaudos administrativos necesarios como para que los servicios básicos sigan funcionando, esa particularidad complica la previsión de otros servicios de la universidad.
“En esto de priorizar la comida y los albergues, hay que empezar a tomar recaudos con los viajes educativos, por ejemplo. Para poder sostener de la forma en que se está sosteniendo, se prescinden de otras cosas, pero tampoco eso sirve”, aseguró el secretario de Bienestar.
Recortes en otras áreas
“Teniendo en cuenta que existe una diferencia presupuestaria que se transmite directamente a los gastos varios, que es donde se devengan los gastos de comedor, el panorama es inquietante para el próximo cuatrimestre si la Nación no se pone al día. Por un lado, tenemos todos los bienes de consumo que se adquieren para el comedor, y cuyos costos se han incrementado y también tenemos el incremento de los chicos que están asistiendo a los comedores, empujados a solicitar el servicio a causa de la crisis”, fue el análisis que brindó a este Diario el secretario adjunto de la Secretaría General de Asuntos Estudiantiles de la UNaM, Alexis Janssen Harms.
“El presupuesto no se incrementó en igual medida que los demás factores y en ese sentido tenemos un desfasaje que se tiene que solventar. Por ahora estamos tranquilos porque desde las facultades y rectorado se dejó en claro que las políticas sociales de bienestar estudiantil no se tocan”, aseguró. Fuente: Primera Edición.