Balán subrayó que el año pasado la ciudad prácticamente no sufrió cortes de agua, aunque advirtió que los cortes de luz pueden afectar la distribución del servicio. Actualmente, en Posadas y Garupá, el 98% de la población cuenta con acceso al agua potable, lo que equivale a alrededor de 105 mil familias conectadas a la red, mas de 400 mil personas, aproximadamente.
A pesar de esto, reconoció que existen barrios que aún no tienen acceso directo al agua y dependen del abastecimiento mediante camiones cisterna. “Una familia posadeña, en esta época del año, consume alrededor de 12 m³; una boleta ronda un poco más de 20 mil pesos,” detalló Balán, insistiendo en que “el agua no debe venir sucia ni con gusto a cloro.”
En cuanto a la tarifa, explicó que vienen lidiando con un precio desfasado, con un incremento del 12% recientemente, pero aún se encuentran “desfasados en cerca del 60%.” Sin embargo, se mostró optimista sobre la preparación para el verano: “Estamos preparados para el verano. Cada vez estamos mejor preparados en la provisión del agua.”
En el área de cloacas, la titular del EPRAC reconoció que todavía hay un atraso en las conexiones. “La posibilidad de conectarse es mayor a la cantidad de usuarios conectados. Mucha gente no se conecta porque incluso deben cambiar la distribución del hogar,” explicó.