El Gobierno de la Provincia incorporó este lunes 91 hectáreas ubicadas estratégicamente, para consolidar el corredor biológico, a partir de la compra y sesión de las mismas por parte de Vida Silvestre, cumpliendo así un anhelo de conservación.
La provincia de misiones a través de sus Áreas Naturales Protegidas genera la posibilidad de que distintas organizaciones, en este caso Vida Silvestre, puedan ayudar a concretar las acciones necesarias para conectar el Parque Provincial Foerster con el Parque Provincial Uruguaí, generando el anhelado corredor biológico. Esa es la importancia y trascendencia del acto de hoy que permite lograr finalmente este corredor biológico que estaba segmentado, como en una especie de mosaicos.
En este mismo corredor biológico hay propietarios que ya están destinando sus tierras a la conservación y otros que, como en este caso, decidieron venderlos para destinarlos a la conservación. De este modo se fue armando el rompecabezas entre ambos parques provinciales.
En el acto de firma de compra y sesión al mismo tiempo, el Gobernador agradeció la predisposición, en este caso de organizaciones que tienen la misma visión. Destacó la gran responsabilidad que Vida Silvestre manifiesta en los hechos, “con quienes aun antes de asumir el 10 de diciembre venimos planteando objetivos y desde el Gobierno Provincial siempre vamos a ayudar y acompañar”. Y en ese contexto ratificó que “nuestra visión está puesta en la conservación del medio ambiente”.
Habló Herrera Ahuad del trabajo en conjunto para avanzar y conseguir logros, agradeció también al Ministerio de Ecología y a los propietarios que accedieron a vender sus terrenos “para también ayudar en este compromiso con la vida, porque lo que hoy estamos haciendo es garantizar más años y más metros más de vida al mundo”, recordando que este gesto es de interés mundial.
Un acto para toda la humanidad
“En mi caso yo ya venía trabajando con conservación. Cuando compramos estos lotes, inclusive la idea era conservar y mantenerlos; las áreas que estaban degradadas ya fueron recuperadas, y hoy no queda ni un centímetro a cielo abierto, está todos cubierto con mucha fauna”, contó Andrés Camilo, uno de los colonos que vendió sus tierras para sumarlas a los espacios protegidos. Y aseguró que cuando decidió vender recibió varias ofertas, “pero cuando supe que aquí la idea es conservar, me pareció perfecto, seguirán haciendo lo que yo venía haciendo”.
El proyecto de conservación conecta a ambos parques provinciales por medio del compromiso de propietarios de reservas privadas y es considerado “un ejemplo de gestión en Misiones” y es noticia en medios internacionales. “El proyecto ambiental comenzó a gestarse en 2002 y, 17 años más tarde, se convirtió en todo un ejemplo de conservación y gestión de la flora y fauna, ya que logró paulatinamente la regeneración natural del Bosque Atlántico en el norte argentino”, señala un artículo publicado recientemente en el sitio especializado en conservación y ciencia ambiental Mongabay Latam.
La regeneración del Bosque Atlántico logradas por el compromiso de propietarios de reservas privadas San Sebastián de la Selva, Yateí, Los Tatetos, Reserva Yvytú, Bio-Reserva Karadya, fue reflejada como un ejemplo de que es posible aunar esfuerzos por la conservación y recuperación de las especies nativas y fauna silvestre.
Bajo el Sistema de Áreas Naturales Protegidas de Misiones se protege en la actualidad 778.662 hectáreas, una superficie distribuida entre parques provinciales, reservas naturales y una reserva de biósfera reconocida por la Unesco, la Reserva de Biósfera Yabotí (que en zona núcleo conserva otros importantes parques provinciales como el PP Esmeralda y PP Moconá, con los bellísimos Saltos del Moconá en un entorno de exuberante selva misionera, una de las Maravillas Naturales de la Argentina).