“Alcancé a abrazar a mi hijito y pensé que sea lo que Dios quiera. No me dio tiempo de nada. Sólo alcancé a abrazar a mi hijito y pensé que sea lo que Dios quiera. Pensé que nos moríamos. Ahora, más tranquila, analizo que un supuesto control en esa zona es como entrar a la boca del lobo. La verdad es que estamos vivos de milagro”, reflexionó Carmen Kolesnik (39), propietaria de uno de los siete vehículos implicados en un grave siniestro vial registrado sobre el viaducto de avenida Guayaba y José Ingenieros, en el barrio Cien Hectáreas de Oberá.
El hecho se produjo el último viernes, alrededor de las 19.45, cuando el conductor de un camión cargado con cinco toneladas de hoja de yerba mate perdió el control y volcó en la curva de acceso al puente del arroyo Mbotaby, impactando a cuatro coches y dos motocicletas.
A consecuencia de ello se vieron afectadas catorce personas, entre ellos dos policías que realizaban un control de tránsito en el lugar.
Todos fueron evacuados al hospital Samic, donde se constataron excoriaciones y lesiones leves, ya que ninguno de los damnificados tuvo que permanecer internado.
En tanto, casi de manera inmediata, surgieron cuestionamientos al citado operativo policial, puesto que se realizó en un sector en bajada y en curva, de ambos lados, lo que dificulta la visibilidad y frenado.
Asimismo, se realizó en horario nocturno y varios testigos manifestaron que faltó señalización, al tiempo que se aguardan los resultados de las pericias de rigor.
Lo cierto es que el propio jefe de la Unidad Regional II, comisario mayor Oscar Bigalki, reconoció la necesidad de “dar gracias a Dios porque no hubo víctimas, porque lo que ocurrió estuvo al borde del milagro”.
Incluso, si bien mencionó que había conos -lo que contrasta con la versión de los testigos-, haciendo un mea culpa anticipó que analizan rever el lugar de operativo en dicha arteria.
“No había ningún cono”
En las horas posteriores al hecho trascendieron fotografías y videos del accidente. Las imágenes permitieron dimensionar la gravedad del siniestro y el potencial de daño.
En tal sentido, en diálogo con El Territorio, Carmen Kolesnik lamentó lo sucedido y las consecuencias, ya que más allá del daño material, su hijo de 5 años sufrió un fuerte shock emocional.
Incluso, comentó que el lunes el pequeño evidenciaba dolor abdominal, por lo que acudieron a una clínica privada por estudios de mayor complejidad.
“Me pararon en el control y mi auto fue el primero al que chocó el camión. Fue una situación terrible y gracias a Dios no hubo fallecidos ni accidentados de gravedad, sólo daños materiales. Pero un control en esa zona es como entrar a la boca del lobo. Mi hijo y yo tuvimos un Dios aparte que nos protegió”, reflexionó.
Y sus palabras cobran relevancia al observar cómo quedó su Citroën C3, totalmente destruido.
“Más allá de lo material, hoy sólo agradezco a Dios por la vida de mi bebé y la mía. Pero también tengo mucha bronca porque de Cien Hectáreas para el centro no había ningún cono. No estoy en contra de los controles, pero los que están a cargo de la organización tienen que ser más inteligentes”, reclamó.
En tanto, salió al cruce de declaraciones del jefe de la UR II, quien aseguró que el control estaba debidamente señalizado.
“No es cierto lo que dijo el jefe por los medios, al menos yo no vi conos. Por eso, con mi esposo estamos analizando accionar penalmente contra la Policía por el mal accionar. Igual nadie nos va a sacar el trauma por lo vivido”, lamentó.
El hecho
Con relación al grave siniestro vial del último viernes, por razones que se tratan de establecer, un camión Dodge 800, cargado con 60 raídos de hoja verde de yerba y conducido por Víctor B. (31), volcó en la cabecera del viaducto, en sentido Alvear-Oberá, generando un choque en cadena con cuatro coches y dos motos.
El conductor del camión viajaba acompañado por Ramón O. (21), Roberto O. (44) y Sebastián O. (22), quienes resultaron ilesos.
Fuentes del caso opinaron que la pericia del chofer habría evitado una catástrofe aún mayor, puesto que logró volcar el rodado y no impactó de frente.
De todas formas, en su paso colisionó con un Peugeot 308 que era guiado por José B. (65), quien viajaba acompañado por Rosa A. (63); un Volkswagen Gol, al mando de Prisilla R. (27); un Corsa Classic conducido por Roberto O. (45) y un Citroën C3 conducido por Kolesnik, quien estaba acompañada por su hijo de 5 años.
También fueron impactados dos motocicletas de 150 cc, una al mando de César F. (37) y otra guiada por Natalia S. (22).
Además, se informó que fueron alcanzados dos policías que se hallaban realizando el control vehicular, aunque no sufrieron heridas de consideración.
Tras corroborarse la procedencia de la carga del camión, por disposición del Juzgado de Instrucción Uno de Oberá, la yerba fue entregada a su propietario.
Protocolo y estrategia
“Los controles se deben hacer en lugares geográficos que brinden buena distancia hacia ambos lados.
Cuanto mayor jerarquía del camino, más amplio por cuestiones de velocidad -ruta, avenida o calle-.
En cuando a puentes, curvas, lugares de cruce o empalme, la ley Nacional 24449 dice queson zonas de peligro y donde se debe extremar la precaución. En la jerga policial, el control que hicieron en el puente de avenida José Ingenieros y Guayaba, en Cien Hectáreas, es de caza.
Denominado así cuando se quiere interceptar un vehículo, por ejemplo, con droga, madera nativa o personas sospechadas de algún delito”, precisó una fuente policial consultadapor este matutino.
Incluso, citó que existen circulares donde se recomienda hacer un control con muchos conos, cartelería, balizas y linternas.
Además de un lugar llano, justo para evitar accidentes.
Fuente: El Territorio.