Para el desarrollo de las pymes, Faima instó a los candidatos a impulsar las obras en madera. Advierten que el tipo de cambio y la recesión del mercado interno son factores que generan una situación compleja.
La Federación Argentina de la Industria Maderera (Faima) presentó un escrito en el que llama a los candidatos a conformar el próximo gobierno, a pensar en estrategias que acompañen al desarrollo de las pequeñas y medianas empresas de la forestoindustria, teniendo como eje central la construcción de viviendas de madera.
En el día internacional de las pymes, que se celebró ayer señalaron que la situación de la industria maderera no es ajena al contexto país
Advirtieron que el tipo de cambio inestable, los precios internacionales bajos, la disminución del consumo externo y la recesión en el mercado interno, generan un combo que posiciona a la forestoindustria en un momento complejo.
Al respecto, el presidente de Faima, Román Queiroz, indicó que “los gobiernos provinciales y nacionales deben tener como eje central la construcción con madera. Esto solucionaría dos problemas de nuestro país: por un lado, el déficit habitacional, y por otro, generaría una tracción importante para el sector en toda su cadena de valor”.
Desde el sector, afirmaron que a partir de la pandemia, el sector tuvo un crecimiento, los precios internacionales de los productos nacionales tuvieron un incremento en dólares, por tal motivo, las empresas incorporaron tecnología y mano de obra para hacer frente a la demanda.
Luego, el mercado externo sufrió una fuerte caída y bajó la demanda de los productos nacionales, aumentaron los fletes marítimos y los precios dejaron de ser competitivos. La industria se volcó al mercado interno, al punto de que hoy hay más oferta que demanda.
Construcción en madera
Desde la Federación, remarcaron que tras un acuerdo, en 2017 se estableció que el 10% de la construcción de viviendas sociales se realizarían en madera. Sin embargo, apuntaron a que eso no se está cumpliendo.
“Mientras que no sea un eje central promocionar la construcción con madera y fomentar el mayor uso de materiales de madera en los planes habitacionales, no se logrará que la industria forestal en el país mantenga un ritmo sostenido de producción”, indicó Queiroz.
Al tiempo que precisó que “una casa construida con madera, que luego debe ser habitada y complementada con muebles, activa la mano de obra de toda la cadena forestoindustrial, y sería una solución frente a un mercado interno deprimido y los bajos niveles de exportación actuales”.
Desde el sector, afirmaron que Argentina tiene un déficit habitacional histórico, que está alrededor de los 3 millones de viviendas. Sostuvieron que las viviendas construidas año a año sirven para suplir el crecimiento de la población, pero no disminuyen el déficit.
En ese sentido, argumentaron que se construyen anualmente alrededor de 3.000 viviendas de madera en todo el país, con una capacidad instalada para la producción de alrededor de 7.000 unidades por año.
Un tema que prepondera en ese marco es el de la sustentabilidad, pues en los últimos años, la madera ha resurgido como el material estrella en construcción sostenible en el mundo, ya que es más eficiente en el consumo energético y reemplaza productos no renovables y con alto nivel de emisión de gases de efecto invernadero como cemento, hierro, aluminio.
Los forestales apuntaron a que con las casas de madera se retira el carbono del ambiente, mientras que la huella de carbono del proceso constructivo es cero o positiva. Por otro lado, para su disposición final, es renovable y reciclable.
Estas características no sólo ayudan a la mitigación del cambio climático en toda la cadena productiva, sino, además, a una bioeconomía circular, y con ello, a opciones más sostenibles e inclusivas, dada la alta creación de empleo que genera, aportando al crecimiento y desarrollo económico. Fuente: El Territorio