El presidente Mauricio Macri firmó el decreto para exigir al sector privado un bono de fin de año de hasta $5.000 pesos pagadero en dos cuotas y no remunerativo. Además, tendrá un plus del 10 por ciento para los empleados estatales. El decreto de necesidad y urgencia consensuado por el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, con empresarios y sindicalistas establecería «una asignación no remunerativa» para todos los empleados «en relación de dependencia», a pagarse en diciembre y febrero.

Sin embargo, se dejaría abierta la puerta para que el pago se efectivice en más de dos cuotas, y se facultaría a empresas y gremios para que se compute este monto «a cuenta» de las revisiones y los aumentos acordados en la negociación paritaria de este año. Se tendría en cuenta también, a modo de atenuante, la situación de «sectores que se encuentren especialmente en crisis o declinación productiva».
Sin embargo, incluye sectores «excluidos». Entre ellos, el personal doméstico de casas particulares. Fuentes del Ministerio de Producción y Trabajo justificaron la decisión debido a que en la gran mayoría de los casos, la patronal es otro trabajador al que se le dificultaría abonar ese plus. Pero además del pago extra de fin de año, la norma incluirá una cláusula especial para los despidos sin causa. Las empresas que decidan cortar la relación laboral con un empleado deberán realizar un procedimiento especial que implica notificar antes al Ministerio de Producción.
En ese mismo año la oposición logró sancionar en el Congreso la ley de Emergencia Ocupacional, que prohibía los despidos por 180 días y establecía una doble indemnización como sanción. Macri vetó la norma porque -según esgrimió- atentaba contra el mercado laboral. Los trabajadores estatales también percibirán un bono de $5 mil. Además, lograron un aumento de 10 por ciento, según se acordó esta tarde en una reunión entre los sindicatos del sector y el ministro Andrés Ibarra.