El dólar en Brasil experimenta un alza de 15,9% en lo que va de 2020. (Reuters)

El dólar en Brasil experimenta un alza de 15,9% en lo que va de 2020. 

Si Brasil crece, le compra más a la Argentina, más allá que en nuestro país el dólar esté caro o atrasado o que el real brasileño esté apreciado o barato. En el mismo sentido, y aunque Argentina ocupa el sexto puesto como comprador de productos brasileños, cuando la economía argentina crece le compra más a Brasil, mientras que al caer en recesión las importaciones desde Brasil se desploman, tal como sucedió en 2019.

 La divulgación de que el PBI brasileño creció sólo 1,1% en 2019 fue mal recibida por el mercado financiero

Más allá de esto, la evolución del tipo de cambio en Brasil influye en la Argentina, donde es común que el Banco Central argentino impulse una devaluación del peso a mayor ritmo cuando Brasil toma la delantera en la depreciación de su moneda, sea ésta avalada por el Banco Central brasileño o determinada por el propio mercado, como ocurre desde el 19 de febrero, cuando empezó a escalar la tensión financiera por el avance del coronavirus.

Con un alza diaria de 1,7% -la más amplia desde noviembre- el dólar en Brasil alcanzó un récord histórico este jueves, a 4,66 reales, para acumular un incremento de 15,9% desde que empezó 2020. Hay que recordar que la inflación en Brasil se mantiene en su rango más bajo desde la implementación del Plan Real en 1994. En enero el índice de precios al consumidor anotó un 0,19% mensual.

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¿Por qué Brasil devalúa tan fuerte y tan rápido?

1) Primero, hubo una intención oficial en que esto ocurriera. El Banco Central de Brasil redujo el 5 de febrero la tasa básica de intereses (Selic) a un mínimo histórico del 4,25% anual, y que podría reducirse aún más ante la crisis provocada por el coronavirus. Una tasa tan baja repercute en un debilitamiento de la divisa que respalda, el real, en comparación de otras monedas.

2) Por otro lado, la preocupación internacional por el nuevo brote de coronavirus, que continúa con su expansión global, incluyendo Latinoamérica, es el principal factor de inestabilidad en el mercado cambiario del socio del Mercosur. Una economía global que desacelera por cuestiones sanitarias, que perjudican al turismo -una de las principales fuentes de ingresos de Brasil-, aerolíneas y comercio en general, inevitablemente va a reducir el crecimiento del país vecino.  La baja repentina de la tasa de la Fed generó más incertidumbre sobre el futuros de la actividad económica global

3) La expansión de la enfermedad detonó un fuerte flujo de capitales desde los países emergentes hacia los países centrales, movimiento que es fácil de observar en la suba de los precios y la caída de la tasa de los bonos del Tesoro de los EEUU a 10 años, en un mínimo histórico de 1%, o del bund alemán, un 0,61% anual negativo, en este caso, el rendimiento más bajo en seis meses.

4) También disminuye el apetito por invertir en reales el resultado del producto bruto interno (PBI) de Brasil divulgado este miércoles por el gobierno de Jair Bolsonaro, con una tenue alza de 1,1% en 2019, dos décimas menos que en 2018 y apenas encima del crecimiento vegetativo de la población. Es decir, que es muy lenta y gradual la recuperación desde la severa caída de 7% acumulada entre 2015 y 2016, la recesión más profunda de la historia brasileña.

5) Si bien es indirecto, otros de los factores que presiona al real es la propia fortaleza de la economía de Estados Unidos, que empuja a una apreciación global del dólar, también respecto de las divisas emergentes como las brasileña.

El billete verde registró el miércoles su mayor alza en una sola sesión desde noviembre y encadenó la undécima suba consecutiva “A la luz de los acontecimientos recientes, el impacto sobre la economía brasileña proveniente de la desaceleración global tiende a dominar un eventual deterioro en los precios de activos financieros”, especificó el Banco Central brasileño en un comunicado.

El ministro brasileño de Economía, Paulo Guedes, confió en que Brasil crecerá más del 2% en 2020 si el Congreso aprueba las reformas estructurales presentadas por el gobierno, entre ellas la administrativa y la tributaria, y descartó que el país esté sufriendo una desaceleración económica. Pero el crecimiento del PBI de apenas 1,1% en 2019, por debajo del 2% previsto por analistas privados, e inferior al 1,3% registrado tanto en 2019 como en 2018, desalentó las expectativas de los agentes económicos.

Para Argentina, la caída del real representa un problema extra, en la medida en que el Gobierno redobla los esfuerzos para reducir la inercia de la inflación por debajo del 2% mensual, mientras que se ve forzado a establecer un riguroso control de cambios para que no se dispare el dólar.

El billete verde en la Argentina suma un alza de 4,2% en lo que va del año, una tasa que se acopla a la inflación del período. Por esta dinámica dispar entre el peso argentino y el real, el tipo de cambio real bilateral que calcula el BCRA viene en pronunciado declive desde los máximos de agosto.

Otra forma de verlo es la de la caída del precio del real en el mercado de cambios doméstico. Al comparar el tipo de cambio mayorista de ambos países, el real cayó de 14,90 pesos a 13,48 pesos, un 9,5% en poco más de dos meses transcurridos de 2020.

Fuente: Infobae y Redacción.