Así lo hizo saber el doctor Carlos Bado, Coordinador Hospitalario del Centro Único Coordinador de Ablación e Implantes de Misiones (Cucaimis) a extraprensa.com y que se realizó este fin de semana. Indicó que es el tercer procedimiento que se realiza en este nosocomio, pero se trató del más importante porque hubo uno de nivel cardíaco.
Agotado por el trajinar del fin de semana, manifestó a este medio que «estuve descansando el lunes porque tuvimos dos operativos de ablación. La expresión de ser donante o no debe ser no en el documento, si no al INCUCAI o por carta documento y si no lo hiciste, sos un donante presunto conforme a la Ley. Paniagua, que tuvo una muerte súbita, un chico muy conocido y apreciado en la comunidad, miramos en el registro del INCUCAI, el no se había expresado y se le habló a la familia y se hizo donante para tejido, de córneas y de válvulas del corazón, que se fue a Buenos aires».
Agregó a extraprensa.com que «el domingo a la mañana, una mujer de 59 años tuvo una muerte encefálica y no se había expresado ante la ley, como Paniagua y es donante presunto por ello. Costó hacerle entender a la familia lo que se hace en estos casos, pero se entendió bien. Se ablacionó los dos riñones: un riñón que se fue a Buenos Aires y el otro se envió al IOT de Posadas».
Finalizó el Médico Bado manifestando un llamado a la comunidad: «se debe aclarar que la ley 27447 y que es la nueva ley del año pasado, la Ley Justina, todo aquel que no se expresó, es donante presunto y Misiones se adhirió a la Ley. Lo único que uno hace cumplir como médico es que la ley es clara. Gracias a esa ley, tenemos récord de ablación a nivel de país, eso permitió a muchas personas se le ha mejorado la calidad de vida, le ha permitido viviendo. Este fin de semana hubo tres operativos a nivel del país y es muy beneficioso. La ley se llama Justina porque una nena de 12 años perdió la vida esperando 4 meses un corazón y falleció. Los padres, por su hija fallecida, impulsaron esta ley y ese es el espíritu que moviliza a la ley., Estuvo 4 meses esperando en emergencia nacional y no apareció el corazón y falleció.
La Ley Justina.
La Ley Justina o Ley de trasplante de órganos, tejidos y células (N° 27.447) regula las actividades relacionadas a la obtención y utilización de órganos, tejidos y células de origen humano en Argentina. A partir de ésta ley todas las personas mayores de edad son donantes de órganos, salvo que hubieran expresado su voluntad contraria.
Antecedentes
Justina Lo Cane fue una niña de 12 años que murió esperando un trasplante de corazón. La niña esperó la intervención por 4 meses y estuvo internada en la Fundación Favaloro pero el órgano no llegó y su estado de salud se fue debilitando.
Su historia inspiró una campaña que impulsó un proyecto de trasplante de órganos, tejidos y células que convierte a todos los argentinos mayores de 18 años en donantes, a menos que antes de morir hayan dejado por escrito lo contrario.
Normativa
La modificación que introduce la normativa implica que los familiares de alguna persona fallecida ya no serán quienes tengan a su cargo la autorización de la donación. Establece respecto a los derechos de donantes y receptores la intimidad, privacidad y confidencialidad; a la integridad; a la información y al trato equitativo e igualitario.
La ley resalta que se podrá realizar la ablación de órganos a toda persona mayor de 18 años que no haya dejado una constancia expresa de su oposición a la donación. También se incorpora la Donación Renal Cruzada.
Respecto a los certificados de fallecimiento, se simplifican los procesos para diagnosticar la muerte de la persona. Los profesionales deberán seguir el protocolo establecido por el Ministerio de Salud de la Nación que tiene el asesoramiento del INCUCAI y se establece como hora del fallecimiento el instante en que se completó el diagnóstico de la muerte.
La normativa propone que tanto los hospitales públicos y privados cuenten con servicios destinados a la donación de órganos y al tratamiento del paciente. Se crea el Servicio de Procuración que deberá contar con al menos un médico que detecte potenciales donantes, asesore a las familias y garantice el proceso de donación. También se establece capacitación para a profesionales que formen parte del proceso de donación y trasplante.
La modificación de la ley se enmarca en los principios de dignidad, autonomía, solidaridad, y justicia distributiva en la asignación de órganos, equidad.