Este viernes, en la guardia de la Unidad Penal 7 de Puerto Rico, efectivos del Servicio Penitenciario Provincial evitaron que un interno reciba una torta, una bolsa de galletas y una caja de leche en polvo con cocaína.

Una vez comisionada la división Toxicomanía UR-IV de la Policía de Misiones, se detectó a través de un reactivo que la sustancia era uno de los ingredientes en los alimentos y estaba disimulada.

El procedimiento se llevó a cabo a las 13:30 de este viernes, en el puesto de control de acceso al penal situado sobre calle Pionero Gunther. En medio de la requisa de productos y elementos destinados a los internos, a los penitenciarios de la guardia les generó sospechas un lote de alimentos que una persona trajo para el interno Pablo S., quien purga condena por homicidio simple.

Ante esta situación anormal, se pidió la intervención de la división Toxicomanía de la Unidad Regional de Puerto Rico, cuyos efectivos hicieron el test correspondiente en una torta, una bolsa con 13 galletas y una caja de leche en polvo, que habrían sido dejados en la unidad por un familiar del interno. Minutos después, el resultado del reactivo arrojó positivo para cocaína en los tres productos analizados.

Inmediatamente los comestibles fueron secuestrados por disposición del Juzgado Federal de Oberá, que ordenó continuar con la investigación.

El episodio ocurrió el pasado 28 de junio del año pasado en calle Lavalle, frente al edificio judicial. Por el hecho, Schanderl fue detenido y acusado «por homicidio simple y amenazas». Ante el pedido de los abogados defensores del beneficio de las salidas transitorias del reo, la Cámara de Apelaciones rechazó este recurso, por lo que el detenido continuará tras las rejas en el penal de Puerto Rico.

Aquel fatídico 28 de junio, Pablo Schanderl fue a buscar a su Karen Skeppstedt y como no le encontró, se cruzó con su ex suegro, a quién sin mediar palabras le propinó al menos dos golpes, que terminó luego con su vida.