
De acuerdo a lo que pudo averiguar El Territorio, todo comenzó cerca de las 20, cuando los delincuentes arribaron al local de la panadería Mielin, ubicado en cercanías a la terminal de dicha localidad.
En el lugar se encontraba el propietario del local, a quien los falsos policías le dijeron que debían realizar un allanamiento. Una vez dentro de la panadería, los sujetos expusieron sus verdaderas intenciones: lo maniataron y se apoderaron de toda la recaudación. Al menos uno o dos de ellos tenían acento porteño.
Sin embargo, la violenta secuencia no terminó allí, ya que luego alzaron a la víctima en uno de sus vehículos y lo llevaron hasta su casa, de donde también se hicieron de otro importante botín de dinero en efectivo.
Según las fuentes, afortunadamente el hombre no sufrió lesiones de ningún tipo y a pesar del shock, se encuentra bien de salud.