La adolescente embarazada de 14 años, que fue presuntamente secuestrada en la localidad de Montecarlo, se presentó en horas de la mañana en el Juzgado de Puerto Rico. Según fuentes policiales, la joven se encuentra en buen estado de salud.
La denuncia de su secuestro fue realizada por su abuela y tutora, quien afirmó que dos individuos la habían secuestrado de su casa en Colonia Guaraypo. La denunciante expresó que su hija, que dormía en ese momento, reconoció a uno de los secuestradores como Jorge P. G., con quien la adolescente tenía una relación. Dicha relación, debido a la edad de la joven, se considera ilegal.
La versión inicial sostenía que la adolescente fue sacada a la fuerza de su hogar, con la boca tapada, lo que sugiere un secuestro. Sin embargo, los detalles recopilados posteriormente debilitaron esta versión. Según un testimonio, la adolescente y uno de los pasajeros demostraron afecto durante el viaje en el remís en el que fue encontrada.
La investigación reveló que el conductor del vehículo era un remisero local, quien recogió a dos pasajeros que afirmaron que iban a llevar a la joven a un control médico, seguido por un viaje a Paraguay. Luego de dejar a los pasajeros en la terminal de autobuses local junto a la menor, el remisero fue detenido, junto con el hermano del principal sospechoso, quien también estuvo involucrado en la situación.
La revisión del teléfono celular del conductor mostró conversaciones que indicaban que el evento había sido planificado en colaboración con la adolescente. Además, se descubrió que tenían la intención de dirigirse a Paraguay, lo que fue confirmado al encontrar pruebas de un cruce ilegal planificado por un canoero.
Antes de los acontecimientos, el Juzgado de Paz local había emitido una orden de restricción entre la adolescente y el acusado, luego de que se confirmara su embarazo a través de un examen médico. Se presume que esta restricción fue la razón detrás de la fuga planeada.
La adolescente y sus hermanas habían estado bajo la tutela de su abuela por orden del Juzgado de Menores. Los padres estaban al tanto de la relación de la joven y su edad.
El caso está en curso, y el hombre involucrado también será investigado por el delito de estupro, que involucra mantener una relación sexual con una persona entre 13 y 16 años aprovechándose de su inmadurez sexual debido a la edad del autor u otras circunstancias. Este delito está regulado por el artículo 120 del Código Penal argentino.