La pandemia de coronavirus obligó a los humanos a permanecer en sus hogares y la desolación se apoderó de las calles.
Los animales silvestres misioneros intuyen que, con el silencio, la seguridad para ellos es mayor y se animan a más.
Así, una familia de coatíes salieron a curiosear y a pasear a la Avenida de las Américas de Oberá.
Al bajar el nivel de ruido, estos animales silvestres se animan a salir de la reserva.
Anteriormente, un puma deambuló en un barrio y se metió al patio de una vivienda.
Fotografía: Maria Rosa Altieri.