En las costas de Brasil, la presencia de aguavivas, o medusas, es un fenómeno que afecta a muchas playas, especialmente durante ciertas épocas del año. Estos organismos marinos pueden provocar picaduras dolorosas que, aunque generalmente no son graves, pueden arruinar una jornada de recreo.
Para disfrutar del mar con tranquilidad, es esencial conocer las medidas preventivas y los pasos a seguir en caso de contacto con estos animales.
¿Cómo protegerse de las aguavivas?
- Informate antes de entrar al agua: Muchas playas cuentan con señales que advierten sobre la presencia de aguavivas. Si ves estas advertencias, considera evitar nadar.
- Usa ropa protectora: Los trajes de neopreno o camisetas de manga larga pueden ofrecer una barrera frente a las picaduras.
- Evita áreas con aguavivas visibles: Si observas medusas o restos de ellas en la playa, mantén distancia, incluso de las que parecen inofensivas.
- Cuidado con los niños: Enséñales a no tocar medusas, ya estén vivas o muertas, ya que pueden seguir causando picaduras.
¿Qué hacer si te pica una aguaviva?
En caso de sufrir una picadura, actúa rápidamente siguiendo estos pasos:
- Sal del agua y mantén la calma: Esto evita un accidente mayor, como el riesgo de ahogamiento.
- Evita rascarte o frotarte: Esto puede hacer que las toxinas se distribuyan más en la piel, intensificando la inflamación y el dolor.
- Limpia la zona con agua de mar: Usa agua salada para retirar tentáculos o restos adheridos a la piel; nunca utilices agua dulce, ya que puede activar las toxinas.
- Aplica un tratamiento neutralizante: Usa vinagre (ácido acético) para neutralizar las toxinas de algunas especies o aplica bicarbonato de sodio mezclado con agua como una pasta calmante.
- Coloca compresas frías: Esto ayuda a reducir la inflamación y aliviar el dolor.
Cuándo buscar ayuda médica
Aunque la mayoría de las picaduras de aguavivas son leves, debes acudir a un médico si:
- La persona presenta dificultad para respirar, mareos o taquicardia.
- La picadura afecta una zona extensa del cuerpo.
- El dolor o la inflamación no disminuyen tras el tratamiento inicial.