Según datos oficiales, en los primeros 9 meses del año se ejecutaron en obra pública $ 21.000 millones menos que en igual período del año pasado. En términos reales –descontada la inflación- representa un ajuste de casi el 50%. En la construcción de «Viviendas» el recorte de fondos llegó al 43,8% (unos $ 11.500 millones menos).
El Ministerio de Hacienda informó una caida del déficit fiscal primario (antes del pago de intereses de la deuda) en los primeros 9 meses del año al 1,1%, frente al 2,1% en igual períoido del año pasado. Esos datos están en línea con el cumplimiento de la meta fiscal acordada con el FMI para este año de un déficit primario de 2,7% del PBI, teniendo en cuenta que en el último trimestre del acumula el mayor gasto y déficit.
En pesos, mientras el déficit operativo entre enero-septiembre del año pasado ascendió a $ 222.379 millones, este año se redujo a 153.315 millones, una caida del 31% en términos nominales.
Lo interesante es analizar cómo se logra esa reducción del déficit fiscal primario. Los ingresos totales crecieron en los primeros 9 meses un 28,1%, por debajo de la inflación que en el mismo período acumulo 32%. Pero los gastos crecieron todavía menos: 20,3%.
En el desagregado de los gastos, hay cuatro niveles de ajuste:
— En primer lugar, los gastos que se acercan a la evolución de la inflación. Las jubilaciones y prestaciones sociales –actualizadas por la ley de movilidad– crecieron hasta septiembre 28%, por debajo de la inflación, pero muy por encima del nivel general de gastos.
— En segundo lugar, los subsidios económicos (energía y transporte) que, por la devaluación, crecieron 22,7%, más de lo previsto originalmente, pero igualmente tienen el tope en el aumento de tarifas y el recorte de subsidios.
— En tercer lugar los salarios públicos, que con un incremento de solo 17,8%, están siendo parcialmente licuados por la inflación, aunque representan una porción menor del gasto público nacional. En este segmento de «licuación» del gasto también están las «transferencias a provincias», que se mantuvieron constantes en términos nominales este año, frente a una inflación en 9 meses del 32%.
— Finalmente, la obra pública experimenta en lo que va del año una fuerte ajuste en términos nominales: según los datos oficiales, cayó 13,1% (ver cuadro). Así este año se ejecutaron unos $ 21.000 millones menos que en igual período del año pasado. En términos reales –contemplada la inflación- implica un ajuste de la obra pública del orden del 50%.
— En particular, el ajuste en la construcción de «Viviendas» representó una caida del 43,8% (unos $ 11.500 millones menos); en «Transporte» –obras viales– significó una reducción del 18% (unos $ 8000 millones menos); y en «Agua y Alcantarillado» el recorte fue de 16% (unos $ 2.500 millones menos). En cambio, hubo un aumento de las obras en «Educación» del 24%, unos $ 2.000 millones más que el año pasado.
El único rubro del gasto que está creciendo muy por arriba de la inflacion son los intereses de la deuda, que en los primeros 9 meses del año se dispararon 55% , como consecuencia de la devaluación. Así pasaron de $ 148.610 millones el año pasado a $ 230.627 millones este año, unos $ 82.000 millones más. Sin embargo, las metas acordadas con el FMI, que apuntan al «déficit cero» el año próximo, se refieren al déficit primario, antes del pago de intereses. El déficit fiscal total (incluyendo intereses) en los primeros 9 meses llegó a 2,8% del PBI, frente a 3,5% en igual período del año pasado.
Fuente: MM.