Efectivos de la Comisaría de la localidad de Wanda de la Unidad Regional V tomaron conocimiento que un joven fue mordido por una víbora cuando realizaban un control de seguridad vial.
Inmediatamente acudieron al barrio San Francisco, en una zona conocida como el Pozo.
David G. de 23 años fue asistido y trasladado rápidamente por los uniformados hasta el hospital de Puerto Esperanza y posteriormente el joven fue derivado al Samic de Eldorado para su recuperación.
Fátima González Escobar, médica de guardia del Samic, en referencia a su condición actual, la profesional resaltó:»Su estatus clínico es bueno. Está consciente, ubicado en tiempo y espacio y se alimenta por sus propios medios, pero la sangre no está coagulando».
En esa misma línea, agregó: «Evoluciona bien pero el edema en la pierna aumentó. Cuando llegó el veneno había afectado a la cara interna del maleolo (tobillo) y ahora la inflamación llega hasta el muslo. Presenta pulso en el miembro afectado, lo que es bueno, pero la sangre no le coagula. Estamos trabajando en conjunto con traumatólogos».
A la hora de brindar precisiones sobre el tratamiento al que está siendo sometido David, desde el nosocomio explicaron que se le aplicaron 19 ampollas de suero tetravalente, que es el indicado para la mordedura de yarará y se lo somete a controles de tensión arterial.
Por su parte, Roberto Stetson, director del Departamento de Animales Venenosos del Ministerio de Salud Pública de Misiones, señaló que no tuvo contacto con el caso, pero que le resulta llamativo que el paciente no haya evolucionado luego de la aplicación de tantas dosis de antídoto, ya que lo indicado en este tipo de ataques es la colocación de un máximo de cinco ampollas. «Hay que ver por qué razón el antídoto no está haciendo efecto. En estos casos es sumamente importante que el antídoto sea el adecuado para la especie, así como la cantidad y que sea administrado en tiempo y forma», adujo el especialista.
Luego aseveró que de todas las especies de serpientes que hay en Misiones, la yarará es la que registra mayores ataques, pero la menos peligrosa. «En la provincia el 96% de los ataques de víbora son producidos por yararás, entre el 1% y el 3% por cascabeles, y el 0,1% por corales. La mortalidad de la yarará es apenas del 20 por ciento», sostuvo. Y advirtió: «El antídoto es tan peligroso como el veneno, debe ser colocado en la cantidad necesaria y solamente cuando se está seguro de qué especie fue la que atacó”.
Sin quirófano
Desde el Samic revelaron ayer que «no fue necesario el drenaje; la conducta del paciente en este momento es expectante», por lo que no será ingresado a quirófano para ser sometido a un drenaje superficial, destinado a evitar la aparición de gangrena, considerada una de las complicaciones más frecuentes.
Asimismo, se informó que luego de que el miembro fue sometido al estudio médico Eco doppler se descartó que la fascia muscular esté comprometida, por lo que no habrá necesidad de amputar la pierna.