Un asalto en Eldorado dejó a dos mujeres y tres niñas al borde de la tragedia, revelando la creciente inseguridad en la región. Las víctimas, interceptadas por encapuchados armados, lograron escapar ilesas. Vecinos exigen acciones urgentes a las autoridades.
En Eldorado, desde hace un par de meses, ha habido varios robos a mano armada, motochorros asolan a distribuidores de comestibles, han asesinado a un Policía de la que nada se sabe certeramente y el contrabando y venta de sustancias psicotrópicas asola en los barrios.
El pasado domingo, un violento asalto en las inmediaciones del Club Náutico del kilómetro 1 de Eldorado dejó a dos mujeres y tres niñas al borde de una tragedia. Durante el incidente, las víctimas viajaban en un Renault Sandero Steepway cuando fueron interceptadas por dos hombres encapuchados y armados.
Afortunadamente, aunque los delincuentes efectuaron disparos, nadie resultó herido. La creciente ola de inseguridad en Eldorado genera gran preocupación entre los vecinos, quienes exigen medidas concretas a las autoridades para contener los delitos que se han vuelto frecuentes en la región.
El testimonio de la víctima: «Era un domingo normal»
Paola Babi, una de las víctimas, relató cómo un día de esparcimiento casi se convirtió en un episodio trágico. «Tuvimos suerte que no nos haya pasado nada. Era un domingo normal, pasamos a buscar a una amiga de mi nena y todo era alegría», recordó Paola, visiblemente afectada por el suceso.
Según su relato, al llegar a una zona donde termina el empedrado y comienza el ripio, un hombre con el rostro cubierto les ordenó detenerse. A causa del shock inicial, instó a su amiga a acelerar mientras las niñas lloraban, logrando así escapar de los agresores.
Durante el asalto, uno de los asaltantes, vestido con una remera negra y anteojos oscuros, apoyó un revólver en el vehículo y disparó, rompiendo el vidrio del lado del conductor. Paola describió el momento de pánico: «Nos dijo paren y larga el tiro. Fue un solo disparo y estalló el vidrio. No sabíamos las intenciones que tenían». En medio de la confusión, su amiga reaccionó acelerando el vehículo, mientras los delincuentes corrían detrás. Finalmente, lograron refugiarse dentro del club, donde buscaron ayuda.
El acceso limitado a la señal telefónica en la zona dificultó la comunicación inmediata con las autoridades. No obstante, con la ayuda de un joven, las víctimas pudieron contactar a la policía después de varios minutos. Paola, aún conmocionada, reclamó más seguridad en Eldorado y expresó su deseo de que los delincuentes sean capturados. «Recién caemos de lo que pasó, hoy podíamos no estar contándolo. Es preocupante la situación que hoy se vive en Eldorado donde si salís no sabés si volvés o lo haces dentro de un ataúd. Esta situación le puede pasar a cualquiera», manifestó con angustia. Fuente: MOL