¿Qué es la gripe o influenz? Es una enfermedad viral respiratoria muy contagiosa.
Por lo general, la mayoría de los afectados se recupera en una o dos semanas sin necesidad de recibir tratamiento médico.
Sin embargo, puede ocasionar graves complicaciones, incluso la muerte, a niños pequeños, adultos mayores, embarazadas y personas con enfermedades o condiciones crónicas (como cardíacas, respiratorias, renales, inmunosupresión, obesidad y diabetes).
El personal de salud que contrajo la gripe puede contagiar a los pacientes a quienes presta cuidado.
¿Cómo se transmite este virus?
El virus se transmite de una persona a otra, fundamentalmente por gotitas provenientes de la vía respiratoria de una persona enferma, a través de la tos, estornudos o simplemente cuando habla.
¿Cuáles son los síntomas?
Las personas con gripe pueden presentar:
fiebre mayor a 38 grados,
tos,
congestión nasal,
dolor de garganta, de cabeza y muscular,
dificultad para respirar,
neumonía.
¿Cómo se previene?
El Calendario Nacional de Vacunación incluye la vacuna antigripal para los siguientes grupos:
Embarazadas. Deben aplicársela en cualquier trimestre de la gestación. La vacuna protege tanto a la madre como al bebé (a través del pasaje de anticuerpos por la placenta).
En caso de no haberla recibido durante el embarazo, la madre debe vacunarse dentro de los 10 días posteriores al parto.
Niños y niñas de 6 a 24 meses. Deben recibir 2 dosis, separadas por al menos 4 semanas si no hubieran recibido anteriormente dos dosis de vacuna antigripal.
Los que recibieron al menos dos dosis de vacuna antigripal anteriormente, deberán recibir solo una dosis.
Los grupos de riesgo que presentan indicación de recibir la vacuna antigripal incluyen personas de 2 años a 64 años que presenten ciertas condiciones, como obesidad, diabetes, enfermedades respiratorias, enfermedades cardíacas, inmunodeficiencias congénitas o adquiridas, pacientes oncohematológicos, trasplantados o personas con insuficiencia renal crónica en diálisis, entre otros.
Para recibir la vacuna gratuita, deben presentar orden médica (excepto las personas con obesidad).
Adultos mayores de 65 años.
Personal de salud.
Además de la vacuna, las siguientes medidas ayudan a prevenir el contagio:
al toser o estornudar, cubrirse la boca y la nariz con el brazo.
lavarse las manos de forma frecuente.
no llevarse las manos a la nariz, los ojos o la boca luego de tocar otras superficies.
mantener los ambientes limpios y ventilados.