Un estremecedor video dio la vuelta al mundo a través de las redes sociales en muy poco tiempo. Lo que quiso ser un homenaje para un ser querido se convirtió en sorpresa y asombro en todo el planeta.
Es que un equipo de fútbol llevó a la cancha el ataúd de un compañero que había muerto recientemente, lo pusieron en el campo de juego y le hicieron meter un gol.
El hecho ocurrió en Ciudad Victoria, en el estado de Tamaulipas, México. Noé Acuña murió y sus amigos del conjunto amateur Llamas quisieron rendirle un último tributo.
Sin rivales, los Pumas tocaron desde el arquero hasta el delantero, quien recibió en el área e hizo rebotar la pelota en el cajón, que se metió en el arco para que Noé pudiera convertir por última vez.
Tras el tanto y un festejo con mucho dolor, todos sus compañeros fueron hasta el cajón para celebrar con Muñoz y rompieron en llanto, al igual que quienes acompañaron el momento desde afuera de la cancha.