Javier Milei, presidente de Argentina, ha reafirmado su estrategia confrontativa en relación con la Ley Ómnibus, que se discutirá en la Cámara de Diputados el próximo martes. En una reunión de Gabinete, Milei lanzó una dura frase dirigida a los gobernadores que no respaldan la ley: «Los voy a dejar sin un peso». Esta declaración sigue la línea de amenazas expresadas anteriormente por sus colaboradores más cercanos, incluyendo al ministro de Economía, Luis «Toto» Caputo, y al vocero de la Presidencia, Manuel Adorni.
Caputo había señalado que el «déficit cero no se negocia» y advirtió sobre recortes inmediatos en partidas provinciales si no se aprueban todas las medidas económicas propuestas en la ley. Adorni respaldó esta postura, afirmando que, en caso de que la ley no sea aprobada, se procederá con el ajuste de las cuentas públicas, analizando todas las partidas que el Gobierno nacional transfiere a las provincias.
Las declaraciones de Milei y su equipo generaron reacciones de quejas y preocupación desde las provincias, que interpretaron las palabras como una forma de extorsión. La votación de la Ley Ómnibus, originalmente programada para esta semana, se postergó al martes siguiente debido a la falta de votos favorables.
El Gobierno argumenta que ya ha realizado concesiones al eliminar el aumento de retenciones al 15% para las economías regionales, pero enfrenta nuevas demandas, particularmente en relación con las exportaciones y los regímenes especiales.